LOS FOROS DE DIOS

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio...

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Usted está viviendo en el siglo XXI si chatea con una señora de Nueva Zelanda pero aún no ha intercambiado un saludo con su vecino.

Ironías de este tiempo de Breaking News al segundo, cuanta más información, menor es el interés. Presumimos de estar conectados, de viajar diariamente por un mundo virtual y, sin embargo, el taladro de la soledad nunca ha penetrado más adentro.

Hacer memoria. Que nada se olvide. Que nada se pierda.

La museología es un signo de los tiempos. Embalsamar el pasado, pasión inútil, y exhibirlo, confesión pública, se ha convertido en obsesión colectiva. Todo es coleccionable, desde las albarcas del abuelo hasta las pesetas de ayer.

Nuestros pueblos, ahora en los últimos estertores, antes de morir crean el museo del pueblo, amontonan viejas fotografías y escriben su historia. Y los pueblos muertos, muertos, resucitan en una página web de la mano de una nostalgia infinita. A pesar de no tener futuro quieren sobrevivir en un pasado congelado, en una vitrina mirada y que nos mira.

Soria, ciudad de las gayatas, despacio, pero se mueve.

Y, a su pesar, está sumergida en las brumas y claridades del siglo XXI.

¿Adoraremos el pasado o crearemos el futuro?

La parroquia del Pilar, la más joven de la ciudad y la más contaminada tecnológicamente, no satisfecha con la página web, se ha comprado un complemento caro y complicado: Los Foros.

Internet es un mercadillo mundial capaz de satisfacer todas las fantasías eróticas, intelectuales, recreativas y espirituales de los avariciosos consumidores.

Los Foros de Dios, muy presentes en la red, son lugares de Catequesis y de apetito religioso despertado por el testimonio vivo de creyentes comprometidos.

Todos tenemos muchos porqués pero solos nunca encontraremos el cómo. Hoy, esta iglesia virtual es un templo más que debemos visitar.

Una web es un autoservicio abierto 24/7, gratis e impersonal, cobijada bajo el firmamento de Internet.

Algunos compañeros despiadadamente despiezan las homilías. Otros se sirven del cuento. Para otros es sintonía dominical.

A estos visitantes les vamos a pedir algo más que robar y correr. Les pedimos que se queden y estudien con nosotros un presente inquietante.

Los Foros no son museología, son el bisturí del hoy, múltiples diagnósticos para enfermedades mortales.

Los jóvenes conectados vía celular forman pequeños enjambres en torno a un botellón y a unos cuantos monosílabos.

Los Foros, tarea hermosa y difícil, intentan más que conectarnos, formar una comunidad pensante, dialogante y fraterna en torno a unos temas que, como personas y si creyentes más, deberían interesarnos.

Todos los que leen estos artículos y los sorianos quedan citados, no en el bar de la esquina, sino en la esquina virtual de:

www.parroquiaelpilarsoria.es

Usted tiene la palabra.
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