Los Padrinos, esa Comparsa Decorativa

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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En el libro God insearch of Man, Abraham Joshua Heschel hace una afirmación que a los guardianes de la ortodoxia, exentos a la crítica y seguros en su infalibilidad, les molesta pero no les concierne. Construyen castillos cada día más kafkianos que no apetece explorar.

“Es habitual echar la culpa a la ciencia y a la filosofía anti-religiosa del eclipse de la religión en la sociead actual. Sería más honrado culpar a la religión de sus propias derrotas. Cuando la fe se sustituye por un credo, el culto por la disciplina... Cuando la religión habla sólo en nombre de la autoridad en lugar de hablar con la voz de la compasión su mensaje pierde todo su sentido”.

Ni yo ni mi hermano gemelo, bautizados de urgencia, hemos conocido los nombres de nuestros padrinos de bautismo. Ni los hemos echado en falta ni necesitado para nada en el camino de la fe.

La inmensa mayoría de los bautizados han vivido esta necesaria orfandad. La verdadera orfandad espiritual la viven los niños cuyos padres no tienen ni fe ni credo.

El Año de la Fe invité a mis feligreses a investigar sus datos bautismales: día del bautismo, nombre de los padrinos, iglesia, nombe del cura, vivo, muerto o casado, y a celebrar ese primer día cristiano.

Yo también hice lo mismo y setenta años más tarde no sólo supe el nombre de mis padrinos sino que encontré a mi madrina que aún vive. Ahora soy yo quien la acompaño.

Creo que el Papa Francisco no ha invocado ni una sola vez el Derecho Canónico. Cobijarse bajo ese paraguas es la última hipocresía y “la hipocresía más que la herejía es la causa de la decadencia espiritual”.

El Obispo de la diócesis de Cádiz y sus curas, refugiados en el Derecho Canónico, han negado a Alex Salinas el derecho de ser un mero nombre en una partida de bautismo.

Según el Derecho Canónico, que nunca estudié, los padrinos vigilan el desarrollo de la fe del bautizado y lo acompañan, de tal manera que a su lado aprendan la doctrina y la moral cristiana.

Alex Salinas, joven creyente, quiso ser uno de tantos padrinos, comparsa decorativa, que acompaña a unos padres felices el día del bautismo de su hijo.

He realizado muchos bautismos y no he conocido ningún padrino que cumpla ni la letra ni el espíritu de esa retórica canónica, ropaje trasnochado con el que se disfrazan algunos leguleyos.

El Obispo de Cádiz, excitado y devorado por el celo de la ley, quiere tocar las nuevas pelotas de Alex Salinas. Por favor, alimente su espíritu, tóquele el corazón no los genitales. Señor Obispo sea su padrino en la fe y si fue bautizado como hembra, bautícelo, si el Derecho Canónico lo permite, como varón con el nombre de Alex.

La religión la corrompen los de dentro, los de fuera sólo pueden criticarla y ridiculizarla, pero somos los de dentro los que la hacemos odiosa e inmisericorde.

En un ayer lejanísimo, los padres ni siquiera asistían al bautismo de sus hijos, lo hacían los padrinos. Hoy son los padres los que piden el bautismo, son los padres los que se obligan a educar y acompañar en la fe a sus hijos, los que forman la iglesia doméstica. Los padrinos son comparsa decorativa y no se comprometen a nada. Muchas veces viven a miles de kilómetros y hasta en otro país, su relación con el niño es inexistente.

Hay tantos Alex, padrinos innecesarios, que el ruido producido por el Obispo de Cádiz se lo podía haber ahorrado

“Los rabinos dicen explícitamente que cuando un pecador viene a la sinagoga por su propia decisión tiene que ser bien acogido”. Es lo que hizo y quiere que hagamos el rabino Jesús.

El Obispo de Cádiz, más papista que el Papa Francisco, pobre Iglesia, sólo puede ofrecer un número del Derecho Canónico.